Durante las últimas semanas el tren sigue su curso, pero sin parada ni fonda. Tan sólo una pequeña salida de la vía por un pequeño error humano, pero de momento sigue su curso y eso es mucho más de lo que otros anhelan, por lo que sería egoísta quejarse. Incluso se ha unido "algún" viajero al que no le ha importado montarse en este tren y eso que circula por una vía muy rápida. Hacía un año que no visitaba la zona y el viernes 9 me acerqué a revisar una parte de la ruta programada dado que conociendo el terreno, posiblemente el terreno no estuviera en condiciones para parte del grupo que normalmente nos acompaña en este tipo de rutas de dificultad media. Y mis pensamientos quedaban ratificados ante la prueba in situ de las condiciones de las sendas por las que en principio debería pasar el grupo. De esta manera la ruta queda modificada en una pequeña parte, elección totalmente adecuada dado que el grupo asistente a la ruta del domingo fue muy heterogéneo.
Partimos del albergue juvenil del Cabezo de la Jara, que próximamente será reformado para mejorar los servicios que en él se venían prestando. Desde el mismo albergue parte el PR-2 de Puerto Lumbreras, camino fácil de seguir dado que nos guían las archiconocidas marcas de pintura amarillas y blancas. Descendemos hasta el mismo cauce de la Rambla de Vilerda a través de bancales rebosantes del color verde de la cebada y de blanco y rosa de la flor del almendro. Al momento de tomar la Rambla de Vilerda pudimos contemplar un magnífico ejemplar de Almez, quizás uno de los mas viejos del lugar, aunque no el único ya que a lo largo del recorrido también pudimos ver otros, pero de menor tamaño.
A lo largo del cauce de la Rambla de Vilerda pudimos ver la gran diversidad de especies vegetales presentes en esta zona, uno de los últimos reductos de bosque mediterráneo de toda la Región de Murcia. Este bosquete se caracteriza por la presencia de grandes ejemplares de encina (muchas de ellas con un porte tan importante que nos hacen pensar que su presencia en la zona no es reciente) acompañadas de un sotobosque de coscoja, lentisco, jara, esparto y romero. En algunos tramos donde la umbría y la humedad del suelo se hace más patente crecen grandes formaciones de rosales silvestres y otras especies de frutos rojos, bonitos ejemplares de chopos acompañados por las típicas adelfas y tarays.
Tras recorrer la Rambla de Vilerda tomamos la pista forestal para llegar al Cortijo del Pino de Arriba para continuar hasta el de las Culebras, lugar donde recuperamos las fuerzas con el almuerzo que cada cual se había preparado, con menor o mayor esmero en función de la premura del tiempo de una mañana de domingo.
Tras el descanso descendimos hasta tomar el cauce de la Rambla de las Culebras que se une posteriormente a la Rambla del Cabezo de la Jara, recorriendo esta última hasta el paraje de La Tercia donde el Cortijo de las Monjas (caserío de arquitectura tradicional de las zonas rurales del Mediterráneo) nos sirvió de telón de fondo para la foto de grupo. En este punto confluyen la Rambla del Cabezo de la Jara con la Rambla de Vilerda. Sólo nos quedaba remontar esta última hasta llegar al punto donde se encuentra el almez centenario que vimos al comienzo de la ruta y retomar el camino de vuelto hasta el albergue del Cabezo de la Jara.
En general una bonita mañana recorriendo uno de los parajes mas desconocidos de la Región, pero que sin duda contienen una calidad medioambiental y paisajística excelente.
Partimos del albergue juvenil del Cabezo de la Jara, que próximamente será reformado para mejorar los servicios que en él se venían prestando. Desde el mismo albergue parte el PR-2 de Puerto Lumbreras, camino fácil de seguir dado que nos guían las archiconocidas marcas de pintura amarillas y blancas. Descendemos hasta el mismo cauce de la Rambla de Vilerda a través de bancales rebosantes del color verde de la cebada y de blanco y rosa de la flor del almendro. Al momento de tomar la Rambla de Vilerda pudimos contemplar un magnífico ejemplar de Almez, quizás uno de los mas viejos del lugar, aunque no el único ya que a lo largo del recorrido también pudimos ver otros, pero de menor tamaño.
A lo largo del cauce de la Rambla de Vilerda pudimos ver la gran diversidad de especies vegetales presentes en esta zona, uno de los últimos reductos de bosque mediterráneo de toda la Región de Murcia. Este bosquete se caracteriza por la presencia de grandes ejemplares de encina (muchas de ellas con un porte tan importante que nos hacen pensar que su presencia en la zona no es reciente) acompañadas de un sotobosque de coscoja, lentisco, jara, esparto y romero. En algunos tramos donde la umbría y la humedad del suelo se hace más patente crecen grandes formaciones de rosales silvestres y otras especies de frutos rojos, bonitos ejemplares de chopos acompañados por las típicas adelfas y tarays.
Tras recorrer la Rambla de Vilerda tomamos la pista forestal para llegar al Cortijo del Pino de Arriba para continuar hasta el de las Culebras, lugar donde recuperamos las fuerzas con el almuerzo que cada cual se había preparado, con menor o mayor esmero en función de la premura del tiempo de una mañana de domingo.
Tras el descanso descendimos hasta tomar el cauce de la Rambla de las Culebras que se une posteriormente a la Rambla del Cabezo de la Jara, recorriendo esta última hasta el paraje de La Tercia donde el Cortijo de las Monjas (caserío de arquitectura tradicional de las zonas rurales del Mediterráneo) nos sirvió de telón de fondo para la foto de grupo. En este punto confluyen la Rambla del Cabezo de la Jara con la Rambla de Vilerda. Sólo nos quedaba remontar esta última hasta llegar al punto donde se encuentra el almez centenario que vimos al comienzo de la ruta y retomar el camino de vuelto hasta el albergue del Cabezo de la Jara.
En general una bonita mañana recorriendo uno de los parajes mas desconocidos de la Región, pero que sin duda contienen una calidad medioambiental y paisajística excelente.
Crónica y fotos de Juanjo Vilar.
Foto 1: Descendiendo del Albergue Juvenil del Cabezo de la Jara hacia la rambla de Vilerda.
Foto 2: La presencia de magníficas encinas centenarias engalanaban la ruta.
Foto 3: Jose Luís Prieto y Juan Díaz encabezando el grupo pasando junto al manantial de la Rambla de Vilerda.
Foto 4: Encina centenaria cercana al Cortijo de las Culebras.
Foto 5: El grupo junto al Cortijo de las Culebras, lugar donde almorzamos. El Cabezo de la Jara al fondo.
Foto 6: Foto de grupo frente al Cortijo de las Monjas en el paraje de La Tercia. Confluencia de la Rambla del Cabezo de la Jara con la Rambla de Vilerda.
1 comentarios:
También me viene a la memoria los comienzos de la “andadura” de nuestro club, dado que en septiembre-octubre de 2002 ya recorrimos la zona con un buen nutrido de asistentes. Creo que fue la tercera de nuestras rutas, tras la inicial a la Carrasca de la Atalaya y otra al Cortijo del Talayón de Chuecos.
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