El Cejo, a tope.
Cerca de 800 personas participaron en la ruta den senderismo incluida dentro de los XXIX Juegos Deportivos del Guadalentín.
Se superaron todas las previsiones hasta el punto de que faltaron dorsales. Cerca de 800 personas participaron ayer en la ruta de senderismo al Cejo de los Enamorados incluida dentro de la vigésimo novena edición de los Juegos Deportivos del Guadalentín. Mayores, pequeños y mascotas se sumaron a este paseo por uno de los parajes naturales más bonitos de la Región.
La salida se fijó en la Plaza de España a las 9.30 horas. Los más madrugadores fueron los voluntarios de los Juegos que se encargan de realizar las inscripciones. Poco a poco, la Plaza se iba llenando y barruntaba la gran afluencia de público a la ruta. Con la Colegiata como decorado de fondo, adornada para la recepción de la patrona que habría de llegar horas más tarde, los senderistas iniciaron el recorrido hasta el Castillo para continuar posteriormente por la senda de tierra que lleva al Cejo.
Afortunadamente no hizo excesivo calor, incluso, a la vuelta, las nubes oscurecieron el día antes de dejar caer algunas gotas que se quedaron en mollineo.
A mitad del camino, se repartieron botellines de agua, piezas de fruta y dulces para reponer fuerzas de cara a los repechos más empinados.
Una vez en el Cejo, y tras disfrutar unos minutos del entorno, llegaba la hora de regresar a casa. Antes, todos los participantes recibieron una camiseta.
Se superaron todas las previsiones hasta el punto de que faltaron dorsales. Cerca de 800 personas participaron ayer en la ruta de senderismo al Cejo de los Enamorados incluida dentro de la vigésimo novena edición de los Juegos Deportivos del Guadalentín. Mayores, pequeños y mascotas se sumaron a este paseo por uno de los parajes naturales más bonitos de la Región.
La salida se fijó en la Plaza de España a las 9.30 horas. Los más madrugadores fueron los voluntarios de los Juegos que se encargan de realizar las inscripciones. Poco a poco, la Plaza se iba llenando y barruntaba la gran afluencia de público a la ruta. Con la Colegiata como decorado de fondo, adornada para la recepción de la patrona que habría de llegar horas más tarde, los senderistas iniciaron el recorrido hasta el Castillo para continuar posteriormente por la senda de tierra que lleva al Cejo.
Afortunadamente no hizo excesivo calor, incluso, a la vuelta, las nubes oscurecieron el día antes de dejar caer algunas gotas que se quedaron en mollineo.
A mitad del camino, se repartieron botellines de agua, piezas de fruta y dulces para reponer fuerzas de cara a los repechos más empinados.
Una vez en el Cejo, y tras disfrutar unos minutos del entorno, llegaba la hora de regresar a casa. Antes, todos los participantes recibieron una camiseta.
Fuente: Tere Martínez Mínguez. Diario La Verdad. Lunes 24/09/07.
Foto 2: Muchísimo participantes. El Castillo de Lorca estuvo presente durante gran parte del recorrido.
Fotografías: Juanjo Vilar.
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