El esperado descanso reponedor fue transformándose en pequeñas cabezadas interrumpidas, ora por algún oso montañes, ora por algún lobo que marcaba su territorio en los alrededores del refugio, hasta que tras varias vueltas y preguntar salvador varias veces si nos levantabamos ya, tuvimos que poner fin a una inolvidable noche y demostrar por fin de lo que éramos capaces.
Ya con las primeras luces nos pusimos en marcha por el amplio cortafuegos hacia nuestra ansiada montaña. Como es habitual un grupo de intrépidos exploradores se destaco rápidamente del grueso de la expedición y decidieron atacar la cima por una nueva vía, Benito tras unas breves vacilaciones consiguió unirse nuevamente al grupo principal (más tarde nos hizo prometer que si alguna vez se volvía adelantar al guía se dejaría la cerveza para siempre, o un castigo similar).A buen ritmo nos adentramos el barranco del río Alhorí, donde tras cruzarlo, tomar fuerzas y despedirnos de nuestros amigos Pedro, Isa y Fina, iniciamos el ascenso, lenta pero firmemente por una empinada pedrera hasta alcanzar la cresta del Picón. Rápidamente fuimos literalmente devorados por una espesa niebla que hizo desaparecer el mundo y caer drásticamente la temperatura. Poco a poco, pero con una gran constancia conseguimos hacer frente a la terrible ventisca que nos azotaba y alcanzar la ansiada cima del Picón de Jeres (3.090 mts). Tras las rápidas y obligadas fotos de rigor tomamos la decisión de no volvernos y continuar hacia el Cerro Pelado atravesando como pudimos el “Ventisquero de los Caballos”, donde pudimos comprobar el porque de su nombre. Ya en la base del Cerro Pelado, y ante el blanco infinito en el que estábamos sumidos, decidimos descender intentando no desviarnos excesivamente (a lo cual ayudaron los mapas, brújulas y GPS’s) de la zona de descenso para no aproximarnos a los cortados que a lo largo de los siglos excavó el río Alhorí. Un largo y a veces incierto descenso nos condujo nuevamente al punto de partida, donde sin apenas saborear los méritos conseguidos, montamos en los coches y postergamos las celebraciones hasta La Calahorra donde el amigo “Fermín” nos agasajo con un gran festín y nos hizo los honores que merecíamos.
Crónica y fotos de Juan Antonio Molina Pardo (Juanan).
Foto 1. Grupo de senderistas en el interior del refugio.
Foto 2: Almorzando antes de la entrada de la ventísca.
Foto 3: De camino al barranco del Alhorí. Al fondo el Picón de Jeres.
Foto 4: Ascendiendo a la cima entre la ventísca.
Foto 5. Cima del Picón de Jeres.
Foto 6. Marcos Cano "casi congelado".
Foto 7. Devuelta al refugio del Postero Alto.
El apartado siguiente incluye información proporcionada por Diego Navarro. Es muy interesante. Podemos ver el plano del recorrido realizado y el perfil.
También nos facilita un archivo que debemos abrir con el programa gratuito Google Earth. Podas comprobar a vista de pájaro el itinerario que se llevó a cabo. Una gozada!. Pasos a seguír:
1. Descargar el programa Google Earth e instalarlo en el ordenador. http://earth.google.es/
2. Abrir el programa e ir al menú "Archivo", luego pincha en "Abrir". Seleccionas este archivo que previamente has descargado a tu ordenador.
3. ¡Ya está!. ¿Bonito eh?. No te acostarás sin aprender algo mas.
2 comentarios:
Hey, lorquinos... Soy uno de los crevillentinos que cenamos con vosotros en el Postero (si, los de la mistela). Al final hicisteis cumbre o que? Espero que si, ya que no tendreis como excusa la meteorologia... os salió un día estupendo... Bueno, esperamos algun reportaje sobre la ascensión, con fotos incluidas (eso que no falte). Un saludo desde Crevillent.
Hola amigos. Leed la crónica y vereis como el tiempo cambió radicalmente. Lo que parecía ser un buen dia de sol, se convirtió en una ventísca.
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