Crónica ruta: Transversal de Sierra Espuña. Domingo, 20 de Enero de 2008.

CANTARES DE LA CARRASCA

HISTORIA DE UNA RUTA
Dicen que las historias no se pueden contar si no se han vivido porque se corre el riesgo de no ser fiel a los hechos, yo os aseguro que esta historia la he vivido y por eso os la cueto, aun corriendo el riesgo de que el relato no parezca real. Sobre las 8 de la mañana y teniendo el castillo de Aledo pegadito a nuestras espaldas y el morrón de sierra Espuña al frente, iniciamos nuestro recorrido dejando el camping Caruana a nuestra derecha, remontamos los primeros repechos hacia la casa de la carrasca. En la información que los compañeros más veteranos nos pasaban sobre el recorrido, era todo moral, “tranquilos/as que después es mas llevadero” y efectivamente, seguimos remontando hasta los pozos de la nieve dejando el morrón a nuestra derecha y desde allí hacia el morrón chico, donde la naturaleza se hace mas grande y maravillosa. Los comentarios seguían en la misma línea “tranquilos/as que después es todo bajada, por la senda del caracol, el cortafuegos, y LA PERDIZ”. Efectivamente los comentarios tenían razón, “animo todo es bajada y nos espera el arroz y la cerveza fresquita de LA PERDIZ”. Pletoritos/as de autoestima y visualizando La Perdiz comenzamos la bajada. Pero claro se olvidaron de decir que la bajada era para hacerla en parapente y que de lo del arroz………, y de la cerveza…….na de na, un bocata de queso churretoso y pa lante. Nuestra estimada y admirada compañera Clara preguntaba, ¿donde esta el autobús y el arroz tan comentado?, y el amigo Andrés contestaba “que pa lante” que con las cosas de comer no se juega “pa lante”, será porque es pastelero y un pastel como el que teníamos por delante no lo hace cualquiera, y nosotros estábamos dispuestos a ponerle lo que hiciera falta. Después de recuperar fuerzas, iniciamos la marcha por la senda de los Dinosaurios, con la autoestima y la moral alta, y “pa lante”, total solo llevamos 20 Km. habíamos subido al punto mas alto de Sierra Espuña, nos habíamos tirado en picado de el, dejando un arroz y conejo sin hacerle caso y a alguien se le había ocurrido, que el autobús nos recogiera a 20 Km. de donde nos encontrábamos. Se continua la marcha entre comentarios de otras rutas, con los de Francisco, “que subidas”, “que bajadas”, “cuando se lo cuente….. Las botas caminan solas por el suave descenso de GR 252 hacia el Berro, nos encontramos con terracitas de bares, cervecitas, y Francisco con un amigo que le pregunta ¿de donde vienes?, pueeee, mira, no me esfuerzo en explicártelo, “total no te lo vas a creer”, y nosotros pa lante, acelerando el ritmo o eso creen mis botas, y sacando de la mochila las fuerzas que me hacen falta para llegar a Gebas, que me han dicho que es donde esta el autobús. Y así después de diez horas de marcha y todos esos kilómetros de subida y de bajada con los pies rotos, cansado y de vuelta a casa solo queda un pensamiento, volver. Mi enhorabuena a los organizadores y preparar otra para hacer una clásica todos los años.

Foto 1: Primera parada. Almuerzo en la Casa de la Carrasca.

Foto 2: El grupo en uno de los pozos de la nieve recientemente restaurados.

Foto 3: Andrés Martínez en la cumbre del Morrón de Alhama.

Foto 4: Entre la Morra de la Mosca y el Morrón de Alhama.

Foto 5: Descenso por la senda del Caracol.

Fotos: Juan Antonio Molina Pardo.
Crónica: Andrés Martínez Román.