La tradicional ruta ha cambiado este año su recorrido para evitar las aglomeraciones que se producían en el camino de vuelta
La Verdad: 25.09.08 - Tere Martínez
Así fue que algo más de ochocientas cincuenta personas se reunieron en La Merced, junto al Centro de Visitantes del parque Taller de Tiempo para llenar de saludable contenido el fin de semana. La ruta, en lugar de ascender por Santa María hasta el paraje de Los Pilones para llegar al Cejo por la senda tradicional, discurrió por el cauce del Guadalentín y alcanzó el destino ascendiendo desde el Cortijo de La Quintilla.
A partir de ahí, por la senda, descendieron los participantes hasta el Castillo dibujando la tradicional imagen de una interminable cadena humana en movimiento. Este nuevo recorrido, circular y de una distancia de poco más de trece kilómetros, ha dado solución a uno de los principales problemas que planteaba el antiguo de ida y vuelta, en el que durante parte de la ruta los que empezaban a descender debían cruzarse en la estrechez de la senda con los que finalizaban el ascenso.
Los senderistas han celebrado la decisión y no han tenido las dificultades de otras ediciones para poder realizar la el trayecto al ritmo que cada cual encontraba más oportuno, atendiendo, sobre todo, al nivel de preparación y el hábito en este tipo de actividades. En relación a estos últimos aspectos, un caminante tuvo que ser evacuado por un desfallecimiento, con apoyo de Protección Civil, y atendido por el personal sanitario del que la organización dispone para estos casos.
Fuente: La Verdad.
Foto 1: Muchos participantes en una jornada para recordar.
Foto 2: Por el cauce del río Guadalentín discurrió la primera parte de la ruta.
Foto 3: Los miembros del Club fueron parte importante en la organización. En cabeza de la marcha: Marcos Cano, Antonio Poveda, Paco Galbis, Pascual Jorge Clemente y Juanjo Vilar.
Foto 4: Increíble la participación. Esta imagen dice mucho de ello.
Foto 5: Nuestros amigos del Club llegando al final de la ruta. Creando escuela.
Crónica: Tere Martínez.
Fótos: Bartolo y Juanjo Vilar.
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