El pasado domingo se llevó a cabo nuestra visita por la vecina localidad alicantina de Santa Pola, donde pudimos contemplar no sólo su colorido paisaje, sino también el tránsito estacional que nos alcanzó mientras recorríamos la isla de Nueva Tabarca.
Así es que lo que empezó con un tranquilo paseo por la costa de Santa Pola, desembocó más tarde en una desapacible tarde lluviosa, aunque típicamente otoñal, que no impidió por otra parte, que pudiéramos recorrer la isla de un extremo a otro y disfrutar, a nuestra manera, del lado más gris del tiempo, pero que también forma, no obstante, parte de la naturaleza.
En cualquier caso, pudimos disfrutar de un día cambiante por tierra y mar durante una ruta que tardará mucho en olvidársenos, por pintoresca y original.
El buen tiempo reinó durante toda la mañana
Un paseo por la isla para rebajar la comida
Se acerca la tormenta
¿Arriesgarse y seguir o darse la vuelta? ¡Siempre seguir!
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